En
Venezuela, se intentaba reeditar el escenario de golpe de estado de abril del
2002, con el fin de generar un choque y pedir una intervención extranjera. Se
han sucedido bloqueos de carreteras, ataques a instituciones públicas, quema de
coches, muertos y heridos, e incluso, se han quemado neumáticos frente a la
televisora estatal con el fin de impedir la salida de sus empleados y
amedrentarlos. Estos grupos fascistas poseen un soporte de 120 mil
millones de bolívares. Todo mientras los líderes opositores, Leopoldo López
–autor intelectual comprobado-, María Corina Machado y H. Capriles
instigaban la “democracia” y su derecho a la protesta “pacífica”. Se han
expulsado 3 funcionarios de la embajada de los EE.UU. que estaban colaborado en
la organización de los hechos. Leopoldo López se entregó al a justicia porque
había un plan para asesinarlo para luego culpar a los chavistas, y así generar
desestabilización. Ayer, una marea roja tomaba las calles en rechazo a todo
esto, pero a pesar de todo, los actos vandálicos persisten en algunos lugares.
Al
otro lado del océano tenemos los sucesos de Ucrania y Bosnia. Del último no se
sabe demasiado, pero buena parte de Ucrania, está en manos de grupos que portan
simbología nazi, y toda clase de armas y material policial de defensa. El
linchamiento de opositores a estos grupos y hasta de policías, está a la
orden del día, así como la toma de sedes o empresas del gobierno y de partidos
opositores. El descontento por las políticas del gobierno de los últimos 20
años, ha generado el caldo de cultivo perfecto para que tales movimientos
tengan calado. Las filas del presidente del país, Viktor Yanukovich, están
divididas ya que estás están acostumbradas a funcionar a golpe de dinero, con
los nuevos sobornos no han dudado en pasarse a las filas enemigas. El objeto de
desacuerdo está en que el gobierno Ucraniano renunció a los acuerdos económicos
con la UE y los hizo con Rusia.
Mientras,
todo esto pasa/pasaba, medios occidentales hacen eco de las llamadas a la
“libertad” en ambos países, siguiendo las declaraciones de los EE.UU. y la UE y
de sus funcionarios que se han podido ver participando activa y descaradamente
en Ucrania, llamando a negociar, mientras decían que debían de atenderse las
demandas de la oposición.
Quién
no cierre deliberadamente los ojos, podrá ver claramente que bajo estos
acontecimientos no hay más que una lucha por el reparto económico del mundo. El
planeta se debate entre la vida y la muerte. Mientras todo esto sucede, los
EE.UU. y servicios secretos de otros países, inundan los mares del mundo con
sus buques de guerra. Esta es la actitud del mayor representante del capital,
al que si no se le obedece está dispuesto a montar una guerra internacional,
incluso a costa de millones de vidas e incluso de la extinción del planeta.
Esto nos llama a la reflexión y a la acción:
En
Venezuela los acontecimientos han ido acompañados de una guerra inflacionaria y
de acaparamiento. Mientras la corrupta 5ª columna inserta en las filas internas
y organismos del estado, ayuda a generar cansancio en el pueblo. Es preciso
crear la unidad junto con el resto de fuerzas revolucionarias y el pueblo más
allá de lo electoral, para que sea el mismo pueblo quién depure
responsabilidades, y no solo pillarlos, sino perseguirlos y vigilarlos sin
piedad para que no tengan oportunidad de moverse. Urge comenzar a expropiar y
someter el poder económico de los ricachones. Si no se comienza a hacer esto de
inmediato, tarde o temprano tendrán una oportunidad de triunfo.
Hoy
me invadía cierto sentimiento, de mezcla entre tristeza e impotencia, al mismo
tiempo que reflexionaba. Explico porque…
Las
reacciones en la izquierda no se han hecho esperar respecto al caso Las
reacciones en la izquierda no se han hecho esperar respecto al caso Venezolano.
De Ucrania, apenas se ha reproducido algunas declaraciones de las
organizaciones revolucionarias del este. Mientras, se mira con recelo a Rusia,
producto de la propaganda anti rusa de los principales medios del capital
internacional, porque supone un freno a los intereses de rapiña
norteamericanos. Por otro lado, no veo que haya fuertes campañas
organizadas en favor de la paz y la solidaridad en favor de los pueblos. Me
duele el eco débil de la paz y silencio, si es que se puede tratar de tal cosa,
de los principales bloques de izquierda del sur de Europa, mientras nos jugamos
el destino del planeta. Y por supuesto, que me duele ver las inservibles
acusaciones de unos hacia otros -cada uno de ellos auto otorgándose la mayor
pureza- de unas izquierdas hacia otras, así como las luchas intestinas o de
egos, incluso los aparatismos y todas esas cosas que impiden un avance fluido.
Urge dejarnos de estupideces y cegueras sin sentido. Urge la acción y la unidad
en torno a aquello que nos une. Es hora de crear un frente común de solidaridad
con los pueblos, que enfrente los designios de conquista de nuevos mercados por
parte de los capitales, que intentan garantizar su reproducción, y más en
concreto, los estadounidenses, principales promotores y garantes del sistema
económico vigente en el mundo, quienes en su pérdida de hegemonía, intentan
recuperar la posición perdida.
Urge hacer
política, y dejarnos de pequeñeces, pues nos jugamos la vida misma, y si no
actuamos ni lo hacemos como es debido, seremos los principales culpables de lo
que pueda suceder, y más, los que somos conscientes, puesto que tenemos mayor
responsabilidad ante la situación. En Venezuela y en los más diversos procesos
revolucionarios de América Latina, nos jugamos la esperanza de un mundo mejor,
donde el ciudadano tenga la posibilidad de su libre desarrollo, libre de trabas
económicas. En Europa nos jugamos una posible guerra internacional, que pudiera
acabar con el destino de la humanidad. Es una ingenuidad creer que la situación
no nos afecta.
La
impotencia procede de las situaciones explicadas, porque mientras veo como
sucede esto, pareciera que nada se mueve, ni incluso entre los conscientes.
Profundo dolor es el que se siente y otro sentimiento de prisión ante la
situación, que la mira casi como espectador, sin poder hacer grandes cosas
mientras todo sucede, cuando lo que gustaría es estar en primera línea de
combate, fuese donde fuese; y si fuese en el lugar de los hechos, incluso
dispuesto a sacrificarse hasta la muerte, con tal de ver un mundo mejor.
Algo para la
moraleja: "…y sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más
hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del
mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario." Ernesto Che
Guevara. Carta de despedida a sus hijos.
Sin la
anterior cualidad sería imposible sentir la necesidad no solo de situarse al frente,
ni siquiera de movilizarse al ver tanta injustica, sentimiento que me llevó a
escribir estas líneas.
P.D.: La entrada tambié fue publicada como artículo de opinión en terc3ra información/ 3i (http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article64490).
ResponderEliminarMás publicaciones: http://www.cubainformacion.tv/index.php/america-latina/54988-tambores-de-guerra-guerra-paz-la-izquierda-el-internacionalismo-la-revolucion-e-ideologia-y-sentimientos
ResponderEliminar