Esto es lo que
le contestan muchos trabajadores en la actualidad, sobre todo aquellos que
tienen unas condiciones de vida más o menos cómodas, y más aún en países
desarrollados. Creen haber dejado atrás tal forma de existencia, por tener más
cosas materiales y por haber abandonado en cierta forma las condiciones de
miseria que antes se tenían. Pero que parte de los trabajadores tengan una
mejor vida, que las condiciones de miseria de estos no sean las de antaño no es
condición suficiente para que la clase obrera desaparezca, solo que la forma de
esta ha cambiado, no en todos los casos, ni como tampoco han cambiado en todos
los casos sus condiciones de vida. Esto último depende mucho de la estructura
económica que posee el país en que vive el proletario o proletaria en cuestión.
Por otro lado, el avance tecnológico, ha tenido mucho que ver en esto, ya una
mejor técnica hace más cómodo nuestro día a día, incluido el trabajo. Profundicemos
para entrar más en detalle.
Después de lo
mencionado, nos haremos preguntas, por tanto hemos de explicar algunos
conceptos. En primer lugar: ¿qué es una clase? Una clase es un grupo social o
conjunto de personas que viven en unas condiciones materiales de vida más o
menos parejas. Por supuesto, que dentro de una clase, algunos viven mejor que
otros, pero eso no quiere decir, que abandonen su condición de ser. Pero la
clase no la marcan el nivel de riqueza material, sino la función social que ocupa
dentro del proceso de creación de riqueza. ¿Qué es lo que caracteriza a la
clase obrera, proletariado, o a un trabajador o trabajadora? Una persona
perteneciente a la clase obrera/trabajadora/proletaria o proletaria, o
trabajadora, es aquella que no posee más que sus manos o intelecto, o ambos,
para sobrevivir y se ve obligada a conseguir un trabajo para tal cosa. Lo que
hace es poner a disposición de un propietario sus habilidades para poder
ganarse la vida, es decir, vende su fuerza de trabajo. Dicho de una manera más
técnica, aquella persona que está
desprovista de los medios de producción (ya fuere una tienda, fábrica, empresa,
etc.) y, para existir, se ve obligada a vender su fuerza de trabajo (habilidad/habilidades
o capacidad/capacidades para determinada tarea o tareas), es decir, ser objeto
de explotación por parte de los capitalistas (propietarios de algún medio).
Visto esto, algo que también debe de quedar claro, es que la vida del
proletario no es independiente, debido a que depende de un puesto de trabajo.
Esta es una definición sencilla, pero podríamos hablar de otras formas de
trabajador. Por ejemplo, del autónomo o cuentapropista (término usado en
América Latina), que es una persona que se convierte en un pequeño propietario
y se provee así misma de aquello que necesita cargando con todos los costes que
supone (ya que es tratada como un empresario, aunque no todos estos partan de
las misma situación), para poder salir adelante, pero que igualmente lo hace
para poder sobrevivir. Ahora, la actitud de un pequeño empresario no es la
misma que la de aquel que solo posee sus manos. Pero no vamos a entrar más
detalle al respecto.
Según lo que
se entiende por trabajador o trabajadora, incluso en su forma más sencilla
(como aquel que necesita un currelo para vivir), podemos decir que la clase
obrera como tal es algo que sigue más vigente que nunca. Hay muchos que al
escuchar obrero, imagina al obrero fabril de tiempos pasados (no en todos los
lugares), minero, de la construcción, etc. Pero un oficinista es perfectamente
un obrero, solo que cumple una función diferente. La palabra obrero viene de
operario, así que, ¿qué más da qué función cumpla dentro del proceso de
creación de riqueza, si al fin y al
cabo, lo que hace es ganarse la vida y crear riqueza para un propietario
privado?
Antes, la
clase trabajadora industrial, era muy numerosa. En la actualidad, lo que
necesitan de un trabajo, es decir, los que no son empleadores, siguen siendo
mayoría. Pero ya no poseemos un proletariado principalmente industrial, que
como ya dijimos, esto depende mucho de las características del país, y sobre de
otro fenómeno más, aquel que describiera Lenin: El imperialismo, fase superior de capitalismo, tal y como se titula
su libro. Esa es la fase capitalista que vivimos en la actualidad, que se
desarrolló entre los últimos 20-30 años del siglo XIX y algunos más de principios
del siglo XX. Está etapa de la historia marca el modo de vida que conocemos.
Demos algunas líneas breves que nos hagan entender la sociedad capitalista
actual a nivel global.
La fase
económica de la historia que vivió Marx, se caracteriza por una competencia de
un número mucho mayor de propietarios privados, que luchan entre sí de forma
aislada. A esta fase del capitalismo, se la llama fase pre monopolista. ¿Por
qué? Porque a medida que la sociedad se acercaba a su fase imperialista, la
competencia entre propietarios aislados era menor, y ocurría un proceso de
concentración de la producción, al mismo tiempo que ocurría el de concentración
de la riqueza. Algunos capitalistas se asocian para competir con otros o
incluso arruinarlos mediante guerras de producción jamás vistas, que provocaban
una bajada de precios tal, que conseguían anexionársela puesto que al antiguo
propietario no le quedaba más remedio que dejar comprar su empresa al precio
que se pedía, “unirse” o irse al garete. De esta forma, se absorbían nuevos
capitales, y aumentaban la capacidad productiva y de innovación tecnológica, y
la capacidad de abastecer a los mercados. Como es de esperar, algunos quedaron
arruinados en el camino, pero solo los más hábiles o fuertes han sobrevivido
hasta hoy. Al principio las asociaciones eran entre empresarios del mismo
sector, pero poco a poco a medida que se asociaban y/o, absorbían o/y
diversificaban su gama productiva y producían diferentes productos, aun
pudiendo venir todos por ejemplo del sector maderero. A veces, diferentes
grupos empresariales llegaban a acuerdos para no hacerse la competencia o
incluso hacerle la guerra a otra corporación. Llego un momento en que una o
unas pocas de empresas abarcaban sectores enteros de la producción, lo que les
permitía fijar el precio, ya fuere por acuerdo con otros capitalistas o por
monopolio. De esta forma, aparece esta la fase monopolista del capitalismo: el
imperialismo, aquella caracterizada por mega empresas que monopolizaban los
mercados de naciones enteras, incluso más allá de sus fronteras. Aunque se
mantiene la libre competencia en cierta forma, está pasa a un segundo plano,
quedando por encima la nueva forma de producción: el monopolio. Ya no existe
esa forma tan anárquica de producción del aquel capitalismo en desarrollo, sino
que ahora todo está marcado por las guerras entre los diferentes monopolios, la
ausencia de plan de producción ya no existe: está ley pasa a 2º plano.
El surgimiento
del monopolio, lleva parejo otro fenómeno. La aparición de la oligarquía
financiera y la financierización de la economía. Esto marca un antes y un
después en el desarrollo de las sociedad y los países, pues el sector de los
servicios pasa a ser el dominante, y no porque para el desarrollo de un país no
sea imprescindible desarrollar un tejido productivo fuerte. Ahondemos también
en esto, que nos llevará a poder detallar otras tantas cosas.
Al principio,
al igual que las demás empresas capitalistas, los bancos no eran más que unas
pequeñas empresas sin gran importancia. Pero los bancos, muchas veces, eran
imprescindibles para que otra clase de capitalistas pudiesen financiar sus
negocios. Las operaciones que estos llevaban a cabo no eran muy grandes, pero a
medida que el desarrollo del capitalismo avanza y surgen las empresas
monopolistas, estos acumulan más y más poder. Nos preguntaremos por qué. Pues
bien: resulta que los capitalistas deben de recurrir a los bancos para
financiarse y depositar sus beneficios en algún sitio, lo que da acceso a la
banca a una cantidad inmensa de datos, yendo esto aparejado que también en este
sector se da el proceso de concentración de riqueza. Conocen los beneficios que
obtiene cada empresa, los fondos que poseen, etc. Esto da una idea al banco de
a quién deben de prestar dinero y a quién no, lo que da una noción no solo de quién
le va a devolver el préstamo, sino qué manejo debe de hacer su capital, qué
operaciones y cuales no debe hacer para apropiarse del capital de otros. Es así
como los bancos no solo imponen condiciones, sino que comienzan a apropiarse de
los capitales de las empresas, a colocar sus asesores por condicionamiento e
imposición, y someter empresas a su control, incluso a apropiarse de todo el
capital, ya sea arruinando al capitalista o a los capitalistas en cuestión, o
de alguna otra forma. También hay capitalistas que compran acciones de banca, y
así se hacen con una parte de sus ganancias, pero lo que hay que dejar claro es
que se produce una fusión del capital industrial con el de la banca y
servicios, pero es la banca la forma predominante en la economía. Es así como
los capitalistas bancarios obtienen el control de sectores enteros de la
economía no solo de los países. Pero la cosa no queda aquí. A esto hay que
sumarle el juego de acciones. Ser el accionista mayoritario de una banca,
proporciona acceso a millones y millones de dinero, lo que aumenta en
dimensiones gigantescas el fenómeno del imperialismo. Un ejemplo: hace unos
años en una clase en la universidad, escuchaba cómo Emilio Botín, era dueño del
Bco. Santander con solo el 0,1% de las acciones. Esto es porque el posee más
capital que ningún socio y las acciones que posee tienen más peso que las de
ningún otro. De esta forma, os podéis imaginar los millones de capital del que
puede disponer a su antojo este capitalista. Pero supongamos, que el Bco.
Santander tiene comprado un banco de otro país y que con ser el magnate de peso
dentro del Bco. le basta para gobernar otros tantos millones de capital que los
posee a su entero antojo. De esta forma os podéis imagina el inmenso poder de
la banca en la era de la economía financiera, y cómo así accede a dominar
partes enteras del planeta.
La aparición
de la oligarquía financiera, marca una antes y después, pues surge la economía
de cheque o corte de cupón que vamos a explicar. Los países con los que firman
acuerdos, piden inversiones en el interior del país (la construcción de un
puerto, líneas férreas o alguna otra cosa), a cambio los países inversores
imponen la compra de tecnologías u otras cosas. Además de eso, a veces firman
préstamos draconianos o abren las fronteras a sus productos a cambio de prebendas
(ya sean acciones en la empresa, corrupción, etc.) con el mercenario a sobornar
en cuestión, de esta manera, endeudan y subyugan a los países, relegándolos a la
dependencia y subdesarrollo. Podríamos decir, que además, esta forma de
subyugación, es una forma de hacer dinero rápido, y así surgen los estados parasitarios,
aquellos países que a cambio de una mini obra, viven de los créditos que cobran
a otros y de venderles sus productos.
Así, la
concentración de la producción, unida a esta clase de fenómenos, acarrea el
tipo de proletariado que tendrá un país, incluso la existencia y el número de
las diferentes clases. Los países subyugados por los estados imperialistas, no
poseen tecnología suficiente, y aunque viven en el subdesarrollo, al mismo
tiempo el imperialismo está plenamente desarrollado en sus países como sistema
económico e inserto en la economía, qué donde se manifiesta en primer lugar
este fenómeno. En estos países es fácil encontrar grandes masas de campesinos,
autónomos, o trabajadores del sector de los servicios, y un número escaso o
nulo de proletariado industrial. Por supuesto, que el desarrollo de las
comunicaciones ha acelerado todo esto, además de invertirse nuevas formas de
fragmentación de los trabajadores como el toyotismo, o la misma autonomización
o cuenta propistización. Incluso, el advenimiento del neoliberalismo, ha
supuesto una agudización aún mayor del fenómeno del imperialismo. Pero eso son cosas que ahora no nos pararemos
a analizar ni a describir.
Visto todo
esto, podemos decir definitivamente, que existe la clase trabajadora u obrera,
es decir, el proletariado. Pero resulta que las trabajadoras y trabajadores de
muchos países, incluso en países con peores condiciones de existencia, no todos
tienen tal conciencia de clase, ni siquiera de pobres. Los trabajadores de los
servicios (en concreto del sector financiero y de seguros), son unos de los que
al poseer trabajos más cómodos, sienten menos la opresión económica por parte
del sistema. Este acomodamiento y aburguesamiento de los trabajadores, es algo
que Lenin ya describió en el libro que mencionamos, y ocurre principalmente en
los países capitalistas más desarrollados. Incluso el obrero de la industria,
es una persona con menos conciencia (siendo estos sectores más conscientes que
otros tradicionalmente), debido al factor del avance técnico, sin quitar que
siempre es un trabajo más duro. Normalmente, son los países con peores
condiciones materiales de existencia donde se crean las condiciones no solo
para liberación nacional y anti imperialista, sino para que se genere un
proceso de revolución socialista. Por eso se dice que el leninismo es el
marxismo de la etapa imperialista y la praxis de la época de la revolución
proletaria, pues este régimen genera condiciones para que existan condiciones
subjetivas y se genere un proceso de cambio. Es ahí donde cobra vigencia la
frase de que, que son las condiciones materiales (de existencia, además la
función social que se cumple en la estructura económica) las que determinan la
conciencia. Aunque no hay que olvidar, que hay aún más factores que tienen
influencia, aunque aquí no se expliquen. Tampoco que exista una excepción que
confirme la regla. Es por eso, que más común oír a trabajadores que hablen de
la forma que expresamos en el título, en países donde la vida es más cómoda, o
se pueden tener más cosas y hay más facilidades para muchas cosas, a pesar del
coste que tengan tenerlas. Pero el vivir más cómodo o tener más cosas no
elimina la condición dependiente que forma el ser trabajador. Hoy la crisis del
sistema capitalista, está demostrando que los empleados del estado también son susceptibles
de ser despedidos, como es el caso español, por ejemplo. Por eso no hay que
dejar de considerar a estos de la clase obrera, pues la necesidad de salario es
la misma. El empleado estatal, también es explotado por los capitalistas, pues
el estado ejerce de las de maquina en beneficio del capitalista en el sistema económico
que tratamos.
A continuación
expondré una de las formas que adoptado en España, un país caracterizado por un
sector de servicios importante, poca industria, y donde la pequeña y mediana
empresa supone un sector importante de la economía, así como hasta un más o
menos importante sector público. Bajo mi punto de vista, sin llegar a ser un
proletariado industrial este es una de los sectores más explotados por el gran
capital.
El
inventariador es el trabajador del que os hablaba. ¿Cuál es la función que
cumple? Pues eso, hacer inventario. Este es una persona, que con una máquina de
escáner, cuenta piezas de ropa. No sé si existirá tal puesto en otros sectores
(imagino que indudablemente que si, pero este es el puesto que yo conozco según
el nombre mencionado), pero del que hablo es aquel que trabaja en los almacenes
de ropa, como H&M, Springfield, Corte Inglés, Zara, etc. Dependiendo de lo
grande del centro de trabajo, trabajarán más o menos personas en el lugar. Muchas
de estas tiendas (no sé si todas), son manejadas por la multinacional del
sector textil, llamada Inditex. Las personas que aquí trabajan, no ganan mucho
más allá del Salario Mínimo Interprofesional, que se sitúa en los 645€/mes.
Cobran unos 745€/mes en bruto, es decir: que les pagan de 5 a 7 €/h. exagerando,
sin posibilidad de aumento de sueldo ya que en estos trabajos los contratos
duran un tiempo determinado normalmente. Estas personas trabajan 8 h + 30
minutos de almuerzo/cena que poseen, en total: 8 h y 30 mins. Imagino que
trabajaran de tarde, al menos, esa es la propuesta que hicieron a la persona a
quién conozco que le ofrecieron dicho puesto de trabajo, puesto que los iban a
llamar días sueltos. Antes de ir a trabajar los llaman a entrevista en la que
deben de pasar un primer proceso selectivo y luego un segundo. En esta 2ª fase,
un responsable les enseña el trabajo que deberán de cumplir que imagino que los
evalúa, pero detrás de tal proceso, luego no se ofrece ningún tipo de
certificado de que se sabe hacer tal tarea. Evidentemente, dada la situación
económica que se vive la gente agarra a un clavo ardiendo. Llamarlo formación
supongo que es un eufemismo, para que la gente piense que la han escogido o la
irán a escoger. Una vez allá piden una fotocopia de la tarjeta de seguridad
social y algún otro documento, pero si no te llaman después de pasar la
“formación”, de nada sirve haber llevado nada si no se va a trabajar, sino para
perder el tiempo, aunque digan que vas a quedar en una bolsa de trabajo. Esto
es algo que está sucediendo. Además, hay que contar que ya trabajando y
habiendo firmado el contrato, también se ha de superar un periodo de prueba que
es evaluado por el encargado de turno. La persona que conozco, aunque no fue
escogida para este trabajo me contó otras varias cosas. Imaginad lo duro que es
pasar 8 horas escaneando etiquetas, que si te confundes debes de hacer borrar
el bloque que hiciste y volver a realizarlo todo. Pues añadidle que el
responsable durante la segunda fase del proceso de selección, les dijo que
debían de escanear de 8 mil a 12 mil piezas de ropa, en un turno que comienza a
la tarde y que no debería de haber problema terminarlo en 8 h (o eso dicen),
pero también les dijo que a veces deberían de quedarse (no sabemos qué quiso
decir con a veces), ¡pero ojo! Eso sí: sin cobrar, puesto que en estos sitios
las extras no se pagan. Y qué más da cuanto más se gane en tienda (si es que
así es), si tampoco es mucho más recompensado. Imagino que estas personas
pueden ver alargada su jornada laboral de 2 a 4 horas, y más en épocas de
rebajas, que es cuando más se compra. Y por supuesto: a cada le asignan un cupo
para hacer y es esta persona quién debe hacerlo, sin la posibilidad de que
nadie le ayude, supongo que otra forma promover el individualismo, y de dejar a
su suerte al trabajador o trabajadora, e impedir un espíritu colectivo. Todo
para que una gigante capitalista o gigantes capitalistas, se lleve la ganancia
a costa de que el trabajo que realizan todas esas personas. Tal vez no existan
esta clase de trabajadores, en el número que se pudo conocer a los trabajadores
y trabajadoras industriales, pero existe paralelismos importantes: un trabajo
mecanizado y a un ritmo acelerado en un mismo puesto, sin olvidar la presión
del encargado, el cual, no cabe la menor duda qué informará sobre el
rendimiento que se posee. Además de esto, en el lugar en qué “formaron” a dicho
personal, se les habló de que intentaron trasladar gente de otro lugar para
tener gente con experiencia y no le dejaron a la persona responsable. Imagino
que es para impedir la movilidad de los trabajadores e intentar obstaculizar el
más mínimo atisbo de organización de la clase dentro de los centros de trabajo.
Sin contar que al que se mueva que con no renovar el contrato vale, para
deshacerse de “revoltosos”. Incluso, no es remoto pensar en la posibilidad de
que tengan una lista negra de esta gente, que es otra forma de someter a
aquellos que no aceptan dictados injustos y puedan animar a otros a hacerles
frente.
Podemos
concluir diciendo que, ésta es una de las formas que adquiere el proletariado
en la actualidad en el sector del comercio en un país desarrollado, digamos,
que se repiten en varios países desarrollados de alrededor. Lo que mencionamos
constituye una forma atroz de abuso y sometimiento, sin olvidar que hay varias
más, y esta no es más que una de las formas en que la multinacional Inditex
trata a sus empleados. Visto esto, ¿quién dice que dejo de existir ese sufrido
trabajador o trabajadora? Vemos que en este trabajador se juntan todas las
condiciones de vida de la etapa moderna del capitalismo. Es absurdo hablar de
la clase media, que es como se denominan a los asalariados del estado. Haciendo
de uso del análisis y conceptos aquí comentados, debemos de elaborar una
estrategia y táctica adecuada que llegue a estar personas y les dé conciencia
de la fuerza que tienen en realidad, para que de esta forma no se vean
sometidos al vasallaje de ninguna empresa transnacional, como las que hay en la
actualidad. La clase obrera no es la misma que la de tiempos pasados, pero esta
sigue siendo más vigente que nunca y mientras no se supere esta sociedad,
seguirá siendo maltratada por estos capitalistas y otros muchos, que con tal de
mantener sus altas tasas de beneficio, no dudará usar los métodos más
sofisticados para que sigan produciendo tales ganancias y sigan siendo sometidos
a su mandato. Solo su organización y unidad, permitirá no solo defenderse ante
semejante ataque hacia la persona, sino poder superar el actual estado de las
cosas.
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